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jueves, 27 de junio de 2024

MUJERES Y LECTURA

La lectura ha sido durante siglos un acto aristocrático, particularmente, para las mujeres. Las imágenes y dibujos desde el Renacimiento en las que ellas aparecen, hasta bien entrado el siglo XX, constituyen un símbolo de elegancia y distinción. Sólo basta conocer el estado de educación de las mujeres en los diferentes períodos de la historia para saber la escasa educación formal de la que fueron objeto.

 Leer ha sido durante siglos un privilegio aristocrático, especialmente para las mujeres incluso después de la invención de la imprenta los libros siguieron siendo inaccesibles para la mayoría de las mujeres… 
Los libros aumentan su valor.


Esther Tusquets menciona la introducción al libro de Stefan Bollmann, Las mujeres que leen son peligrosas, que durante siglos se obstaculizó el acceso de la mujer a los libros y los hombres elegían lo que ellas debían leer. Luis Vives, humanista español, aconsejaba en el siglo XVI que los padres y maridos no permitieran a sus hijas ni esposas leer con libertad. Y argumentaba que las mujeres no debían seguir su propio juicio. Incapaces de cuidar de ellas mismas y necesitadas siempre de la vigilancia de hermanos, padres y maridos. Muchos de estos, durante siglos, han considerado que leer las harían sospechosas, quizá por temor a que a través de la lectura ellas encontraran la libertad y sobre todo dejaran de lado la sumisión.

Son variados los estudios e informes en torno a la educación de la mujer y a través de ellos se ha conocido que han sido muchos los educadores y filósofos que consideraron inadecuado el fomento de la lectura entre ellas. El debate en torno a la educación de la mujer se zanja de manera definitiva en el siglo XX tras siglos de considerar que no necesitaban ni eran merecedoras de educación humanística. Durante cientos de años, sólo una minoría tuvo acceso a ella. Alcanzaba conque fueran útiles para el cuidado de la familia y las tareas del hogar. Particularmente, si la condición económica familiar era medianamente acomodada, noble, de comerciantes prósperos.

Hay un hecho poco discutible hoy día- agrega Laure Adler- y son los datos de las estadísticas que demuestran que el ochenta por ciento de los lectores son mujeres. En pocos campos de las actividades humanas, la mujer ha ganado tanto terreno como en la escritura. Estudios realizados en las escuelas muestran que los niños dan menos valor a la lectura, se mueven más, escuchan menos. Y esto es particularmente interesante, los varones sienten menos interés por las historias de los demás. Nosotras, agrega la investigadora, sentimos una curiosidad insaciable por los otros que puede desembocar desde chismes de patio hasta obras literarias. Desde Sherezade hasta nuestras abuelas y nuestras madres, las mujeres han almacenado historias, han sido geniales narradoras de historias. Comparto brevemente la siguiente cita sintetizadora del beneficio de leer:


El libro puede ser más importante que la vida. El libro enseña a las mujeres que la verdadera vida no es aquella que les hacen vivir. La verdadera vida está fuera, en ese espacio imaginario que media entre la palabra que leen y el efecto que éstas producen… y no se r resignan a cerrar el libro sin que algo haya cambiado en su propia vida. El libro se convierte en iniciación. (Laure Adler)

1-Laboratorio Contemporáneo de Fomento de la Lectura. Mujeres y lectura (2018). Fundación Germán Sánchez Rupiere. España. (https://cerlalc.org/publicaciones/mujeres-y-lectura/)

Bibliografía:

· Bollman, Stefan (2017). Las mujeres que leen son peligrosas. Editorial MAEVA. España.

· Laboratorio Contemporáneo de Fomento de la Lectura. Mujeres y lectura (2018). Fundación Germán Sánchez Rupiere. España. (https://cerlalc.org/publicaciones/mujeres-y-lectura/)


Por: Hilce L. Diaz. 









MUJERES QUE HICIERON HISTORIA: MARY WOLLSTONECRAFT.


Fue una mujer del siglo XVIII capaz de establecerse como escritora profesional e independiente en Londres, algo rarísimo para la época. Publicó cuentos, novelas y ensayos; uno de ellos, Vindicación de los derechos de la mujer (1792), estableció las bases del feminismo moderno y eso la convirtió en la mujer más famosa de Europa de su tiempo. Se marchó sola a París en mitad de la Revolución y vivió allí (o sería mejor decir sobrevivió, porque casi todos sus amigos fueron guillotinados) los angustiosos años del Terror. Además, tuvo una hija natural con un aventurero norteamericano y luego otra (la que se convertiría en Mary Shelley) con el escritor británico William Godwin, con quien acabó casándose. Esta clase de vida era por entonces totalmente extraordinaria, y tuvo que pagar por ello un alto precio.

Mary era una demócrata radical, una perfecta hija de su tiempo, de ese siglo XVIII fulgurante y estrepitoso. Reformadores como ella había muchos: hombres que luchaban por el sufragio universal, por los derechos individuales, por la libertad, conceptos todos ellos que hoy nos parecen básicos e indiscutibles y que entonces resultaban revolucionarios. Pero cuando estos caballeros progresistas reclamaban el voto para todos, ese todos solo se refería a los hombres; cuando hablaban de derechos individuales, solo contemplaban los derechos de los varones; cuando mencionaban la libertad, excluían por completo la de la mujer.

Resulta difícil imaginar, desde hoy, ese mundo tan arbitrario e intelectualmente incoherente; pero de hecho la vida era así, feroz en la esclavitud que imponía a las mujeres y en la ceguera que el peso del prejuicio provocaba hasta en las mejores cabezas. Por ejemplo, el filósofo Locke, defensor de la libertad natural del hombre, sostenía que ni los animales ni las mujeres participaban de esta libertad, sino que tenían que estar subordinados al varón. Rousseau decía que «una mujer sabia es un castigo para su esposo, sus hijos, para todo el mundo». Y Kant, que «el estudio laborioso y las arduas reflexiones, incluso en el caso de que una mujer tenga éxito al respecto, destrozan los méritos propios de su sexo».

Mary nació en Londres, en 1759, hija de un tejedor que dilapidó una buena herencia por su afición a los caballos y al alcohol. Como era una chica, solo asistió brevemente a una mala escuela de barrio en donde apenas si aprendió a leer y escribir, mientras que su torpe hermano Ned recibió una instrucción completa en un buen colegio.

Este temprano agravio comparativo tuvo que arder en el corazón de Mary como una prueba evidente de la injusticia social, porque Wollstonecraft insiste una y otra vez en sus escritos en el derecho de las niñas a ser educadas, así como en la indefensión que las mujeres padecían por la falta de empleos para ellas. Y es que una chica decente de clase media solo podía ser niñera/institutriz, dama de compañía o maestra (pero maestra para señoritas, en un nivel ínfimo de la enseñanza). Tres oficios tristes y duros que Mary desempeñó desde los dieciocho hasta los veintinueve años (después vivió de sus escritos), intentando mantenerse a sí misma y a sus hermanas y rondando siempre la catástrofe económica. Pese a todas las dificultades, Mary no se rindió en su afán de saber, gracias a que los libros eran baratos y fáciles de obtener se formó de manera autodidacta.

Wollstonecraft llegó a París a finales de diciembre de 1792. En enero del 93 el rey Luis XVI fue guillotinado; en septiembre empezó el Terror. Durante el embeleso de los primeros años de la Revolución, un buen puñado de mujeres creyeron que la Declaración de los Derechos del Hombre también hablaba de ellas. Hubo cierto debate social, se crearon clubes de mujeres por todas partes, se publicaron manifiestos. Pero la dictadura de Robespierre acabó con todo este florecimiento democrático y humanista.

Wollstonecraft se libera en Francia de sus últimos prejuicios y, profundamente enamorada, se echa en los brazos de un aventurero norteamericano de treinta y nueve años, Gilbert Imlay, guapo, alegre y vividor. Queda embarazada, huyendo del Terror se refugia en Neuilly y vive allí tres meses de luna de miel y amor perfecto, mientras en París se prohíben los clubes de mujeres y ruedan las cabezas de sus amigos. La feminista Olympe de Gouges y Manon Roland son guillotinadas (la segunda, al subir al cadalso, dirá la famosa frase: «Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre»), y Condorcet condenado a muerte por Robespierre, sigue escribiendo sobre los derechos de la mujer escondido en un mísero piso hasta que, descubierto y detenido, prefiere envenenarse en su primera noche de cárcel. Mary sufre con todo esto, pero los brazos de Imlay son demasiado dulces: en medio de la sangre y del horror, ella es feliz.

El amor de Imlay, sin embargo, fue tan breve e insustancial como correspondía a su carácter, de modo que cuando Mary dio a luz él ya se había cansado: se marchó a Inglaterra y se puso a vivir con una actriz. Entonces la pasión despechada de Wollstonecraft adquirió dimensiones enfermizas: le siguió a Londres, le lloró, le reclamó, se intentó suicidar dos veces, una con láudano y otra arrojándose al Támesis. Con una hija a la que llamó Fanny, trató como pudo de sobrevivir al abandono, solamente el tiempo la ayudó, hasta que a la edad de treinta y siete años Mary comenzó una relación amorosa con su amigo William Godwin, escritor y demócrata como ella. Pronto queda de nuevo embarazada y se casan, aunque siguen viviendo en pisos separados. A finales de agosto de 1797 nace la futura autora de Frankenstein; diez días más tarde, devorada por la infección, muere Mary Wollstonecraft. Tenía treinta y ocho años.

Tras su fallecimiento, Godwin, ciego de pena, publicó toda su obra, incluyendo las cartas a Imlay. Él pensaba rendir así un homenaje a su mujer, pero en el mundo soplaban ya los vientos reaccionarios y los conservadores aprovecharon la irregularidad de la vida de Mary (sus intentos de suicidio, sus relaciones sexuales pecaminosas) para acabar con su memoria. Se la demonizó y ridiculizó, desvirtuando el sentido de sus trabajos. Durante siglo y medio consiguieron enterrarla en un conveniente estereotipo circular: era una loca, una desgraciada, una inmoral, una feminista; las feministas eran inmorales, desgraciadas, locas.

Al morir, Mary estaba trabajando en su segunda novela, María o los males de la mujer, en la que contaba la historia aterradora de una mujer a quien su marido ha encerrado en un manicomio para librarse de ella (una situación al parecer bastante común en la Inglaterra de esa época: la mujer casada era una propiedad del esposo y carecía de todo derecho). La novela empieza haciendo una referencia peyorativa a las novelas góticas tan de moda entonces: el horror de esos castillos llenos de fantasmas, dice, no es nada comparado al horror de la «mansión de desesperanza» en la que la protagonista se encuentra; al horror, en fin, de la vida misma. Irónicamente, apenas veinte años más tarde su hija Mary iba a escribir una novela gótica como las que a ella tanto le irritaban: pero una novela muy bella, ese Frankenstein en cuyo doliente monstruo algunos han querido ver el emblema de las mujeres sojuzgadas. «¿He de respetar al hombre cuando me desprecia?», dice el monstruo. «Por doquier veo felicidad, de la que estoy irrevocablemente excluido». Es el mismo sentimiento de exclusión de la vida (la imposibilidad de tener una existencia plena) que experimentaban las mujeres del siglo XIX, atrapadas por la convencionalidad y los prejuicios.
Tendrían que pasar cien años para que los europeos admitieran a las mujeres en sus universidades, y el voto femenino no se conquistó hasta bien entrado el siglo XX (en España durante la República, en Francia en 1945). El conmovedor monstruo de Mary Shelley solo quiere un trato humano e igualitario: pero nadie le entiende y acaba muriendo en la infinita soledad polar, inmolado en su propia pira. Como Mary Wollstonecraft, ardiendo de razón y de pasión en un mar de incomprensión y hielo.

Resumen del capítulo 2 Rosa Montero
Del libro de MONTERO, Rosa: “Nosotras – historias de mujeres y algo más” (2018) Editor digital Titvillus 17/11/2020

___________Adriana Peñalva Santander
Profesora de Lengua y Literatura. Miembro activo del Espacio de Lectura y Escritura: "Leo, luego existo."
 
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lunes, 17 de junio de 2024

EFEMERIDES: MACHACA GÜEMES

María Magdalena Dámasa Güemes Tejada nació en Salta el 11 de diciembre de 1787 y falleció en el mismo lugar el 7 de junio de 1866, conocida como MACACHA GUEMES, fue una patriota argentina, hermana del general y luchador por la independencia argentina Martín Miguel de Güemes, y una de sus principales colaboradoras. En un hogar de ocho hijos, ella fue la sexta y la primera mujer, nacida dos años después que su hermano Martín. Fue educada según los ideales de las mujeres de su época, aprendió a leer a los cinco años, estudió piano y flauta. Contrajo matrimonio a los 16 años con Román Tejada, con quien tuvo una hija llamada Eulogia.


Al estallar la Revolución de Mayo en 1810 adhirió a la causa independentista, junto con su hermano que se encontraba dedicado a la carrera militar desde los catorce años. Junto con él organizó un ejército de gauchos, que fueron conocidos como “Los infernales”, cuya participación se dio en defensa del territorio de las actuales provincias de Salta y Jujuy frente a las fuerzas realistas y oponiéndose al gobernados salteño Isasmendi, quien respondía a órdenes de España.
Convirtió su casa en un taller para la confección de uniformes para aquel ejército y, cuando la ciudad de Salta fue sitiada por las autoridades fieles a la Corona española, realizó tareas de espionaje para proveer de información al ejército de gauchos sobre las tropas realistas, valiéndose de diversos métodos, como ocultar papeles en su pollera o dejarlos en un hueco realizado en un tronco de un árbol en la ribera de río. En ocasiones, concurría a caballo al campamento del ejército, incluso encontrándose embarazada, para transmitir mensajes de urgencia.
Mientras su hermano combatía al mando de su ejército en la Guerra gaucha, condujo el gobierno provincial, encargándose de desarmar operaciones contra su gobierno, que despertaba desconfianza entre las familias de la élite salteña, pues no aceptaban un gobierno gauchesco.
Su hermano falleció el 17 de junio de 1821, a raíz de una herida de bala tras un enfrentamiento. Sin embargo, ella siguió sirviendo a la causa revolucionaria. Fue encarcelada junto con su madre y otros simpatizantes por el gobernador Cornejo, opositor a Güemes y a sus gauchos, pero debieron ser liberadas por una sublevación del ejército gaucho, en 1821, en Salta, en un episodio conocido como Revolución de las Mujeres que desencadenó el derrocamiento de Cornejo y su reemplazo.
La labor de Macacha en la guerra de la independencia de Argentina fue crucial para el éxito de las fuerzas patriotas. Su valentía y determinación inspiraron a otros a unirse a la lucha y a trabajar por la independencia de su país. Su compromiso y dedicación son un ejemplo para las generaciones posteriores.
Después de la independencia de Argentina en 1816, Macacha y su esposo se pusieron a trabajar por la justicia y la igualdad. Se convirtió en una defensora de los derechos femeninos y trabajó increíblemente para mejorar la educación y las oportunidades para las niñas y las mujeres en Argentina. También apoyó a los movimientos obreros y a los trabajadores agrícolas, y luchó por la abolición de la esclavitud.
Falleció en 1866, retirada de la actividad política, que la caracterizó en sus años de juventud.
Fue reconocida por las clases menos favorecidas, que constituían en su mayoría el ejército gaucho de Güemes. Estos la apodaron «madre del pobrerío», por la generosidad con que ayudaba a los necesitados.
Macacha es reconocida como una de las mujeres más destacadas de la Independencia argentina y de la provincia de Salta, donde diversas calles y plazas le rinden homenaje.
Sin embargo, permaneció olvidada por la historiografía, al igual que otras mujeres, rescatándose su figura en el revisionismo histórico desde finales del siglo XIX.
El Bulevar Macacha Güemes de Puerto Madero en la ciudad de Buenos Aires, donde la mayoría de las calles de aquel corresponden a mujeres, lleva su nombre desde 1995.
_____________Adriana Peñalva Santander
Profesora de Lengua y Literatura. Miembro activo del Taller de lectura y escritura: "Leo, luego existo."
Bibliografia:
En Wikipedia, Macacha Guemes, disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Macacha_G%C3%BCemes
En Youtube, Macacha Guemes, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=FTKfmL5I66M
Por Felipe Pigna, Macacha Guemes, disponible en https://www.educ.ar/recursos/157288/macacha-guemes
En Infobae por Gerardo Di Fazio, disponible en https://www.infobae.com/.../la-gloriosa-vida-de-macacha.../

miércoles, 20 de marzo de 2024

La mordaza tras la masacre de Oberá. Una comunidad silenciada por el pacto de terror.


Por años, rumbo a mi trabajo, crucé la  plaza Malvinas Argentinas. Ella lleva el nombre de unas islas ubicadas al sur del continente argentino, cercanas a la Antártida pero usurpadas por los británicos. Allí se concentran, para los actos oficiales, las escuelas y organismos gubernamentales asociándola con la guerra del año 1982. Y es que la agrupación de ex combatientes rememora la fecha y continúa reclamando las promesas de índole económicas por sobrevivir a aquél fatídico evento. Sin embargo, el ciudadano común no conoce el trasfondo histórico de la plaza y cree que allí hubo un cementerio. Esa es la razón por la cual la denomina: la plaza del Cementerio Viejo.

Ella está ubicada a una cuadra de la Escuela Técnica en la que fui docente por veintiséis años y a cinco cuadras de mi domicilio. Era mi recorrido diario y no había prestado atención a un mural desteñido, actualmente rediseñado, sin leyenda alguna o referencia a su representación muy bien graficada. Allí aparecen escenas de rostros aterrorizados, caballos desplomados, herramientas de cultivos y niños abandonados en charcos de su propia sangre. Los fines de semanas cientos de familias pasan sus tardes descansando en reposeras mientras sus niños trepan los juegos allí instalados. Unos pocos, los mayores y medianamente informados, conocen esa fatídica historia: una  masacre ocurrida en Oberá en al año 1936.

En esta bien denominada masacre, un grupo de campesinos desarmados y vestidos de domingo, junto a sus mujeres y niños, se desplazaba por la calle principal. Allí fueron interceptados por la policía armada. Bajo la falsa sospecha de que dentro de los  manifestantes habían grupos de comunistas, los militares atacaron con armas y los diezmaron. Este enfrentamiento sangriento orquestado por el gobierno provincial y algunos terratenientes continuó por varios días. Asesinaron y violaron a las mujeres y niñas quienes intentaron esconderse en medio del monte y chacras (tierras de cultivo) aledañas.

Por décadas se intentó silenciar semejante matanza, entre la desmemoria oficial,  instalada por los gobiernos de turno y el miedo que toda masacre deja sembrada. Una y otra vez las dictaduras han ido dejando sus marcas en el pueblo argentino y las represiones se reinventan y actualizan bajo formas crueles, salvajes y aberrantes. Así en diferentes países latinoamericanos.

Al no ser oriunda de esta ciudad, desconocía totalmente este hecho y para mi sorpresa, muy pocas personas estaban al tanto. Tampoco leí en algún texto escolar alguna referencia, ni hablar dentro del ámbito educativo tampoco alguna alusión en las  efemérides escolares. Lo que no se menciona,  no existe.

Dice un profesional  de la salud de esta localidad cuyos padres eran campesinos, Luis Alfonso Sak de 66 años – “Jamás escuché de boca de mis padres o de algún vecino mencionar este hecho."

Al respecto dirá hacia el año 1994, Daniel Peczack (88 años),  gremialista por los derechos de los plantadores de yerba mate y del agro en general :

“El caso era que había pasado algo y sólo hablaban los viejos casi cuchicheando el tema, uno no podía sacar más información y tampoco podía hablar mucho de eso. Todos creían  que si hablaban iban a ser reprimidos. Uno escuchaba ´por ahí una versión, y por ahí otra, pero no se podía calificar bien el tema. Había un clima de miedo, cualquier otro tema que se hablaba no había problemas pero el que hablaba de esto a veces lloraba, era un tema tabú que infundía mucho miedo.” (Daniel Peczack  en: Silvia A.Waskiewicz,2005, pág. 32)

En Misiones la producción historiográfica se centra en las historias de los pueblos, intentando desentrañar los relatos de sus fundadores (mayormente inmigrantes europeos), la llegada y el asentamiento de los primeros pobladores. Hay una vacancia en investigación histórica que se empieza a revertir con los trabajos en ámbitos académicos universitarios. El problema de las fuentes ha sido, por años, un verdadero obstáculo debido a los procesos de estructuración y desestructuración y los conflictos agrarios junto con la inestabilidad institucional. Será recién hacia 1983, con el regreso de la democracia en la República Argentina, en que se podrán descorrer puertas para acceder a las voces y explorar algunos silencios de la historia.

Cristina W., hija de una testigo, dijo – Mamá nos prohibió hablar sobre ese tema. Nos impuso que no lo mencionáramos. Cristina y su madre, son maestras. La mayor, ya jubilada y actualmente con noventa años, fue criada dentro de una familia eslava, dueños de una chacra (hacienda, campo) en el que cultivaban yerba y animales para su subsistencia. Prefiere que no se la nombre y he prometido no mencionar su apellido. Continúa diciendo - “ pequeña cuando sucedió el enfrentamiento y mi memoria falla” - como dice ella o quizá sea una excusa para no dar pormenores. Recurrir a la memoria se hace indispensable y es una referencia ineludible para un historiador, teniendo en cuenta lo que es expresado y aquello que es silenciado. La memoria actúa de manera extraña muchas veces. Como un laberinto afirma Philppe Lejeune. Y el investigador deberá orientarse en ese laberinto tomando alguna referencia para analizar testimonios y documentos que le lleven a la salida. Sin embargo, entre las pistas de la que debe aferrarse el investigador, es inevitable inferir los sentimientos detrás de lo dicho. Tal es el caso de  Daniel Peczack párrafos arriba. Los silencios tienen su peso, las omisiones voluntarias o no, cuentan tanto como los testimonios orales. Y en este suceso hay mucho silencios, ignorancia de un pasado no tan lejano y la fuerza de la voluntad institucional para hacer como que no ha existido. Pero lo que se intentó sellar a fuerza de intimidación y sangre, empieza a escurrirse tras la búsqueda de identidad de un pueblo multicultural deseoso de conocer sus orígenes.

Recuerdo haber compartido una mesa con la hija del director de orquesta Ricardo Vuori, fallecido en año 2013. Era un agasajo recordándolo tras su muerte. Este músico, autodidacta, había inmigrado en brazos de su madre con siete meses de vida  tras la Segunda Guerra Mundial. Historia repetida como la de tantos otros que fueron adoptados por este país. Tuvo un profuso trabajo como director de orquesta y vivió, hasta su descanso eterno, en Oberá. Tenía una chacra pequeña y recibía allí a quienes deseaban aprender algún instrumento, particularmente el violín. Varios músicos locales llevan su sello en su formación musical. Ricardo Vuori había sido distinguido con la medalla de oro  por el gobierno de Finlandia, por un tango de su autoría para su país de origen. Y fue un testigo de la masacre de 1936. Había sido traductor e intermediario  entre los campesinos y agentes del gobierno local debido a su conocimiento del idioma eslavo. Y esto fue secretamente comentado por su hija en aquella cena de agasajo. Recuerdo sus palabras: “ Papá hacía de traductor para ... y había escuchado rumores de que iba a haber una represión durante la marcha de los colonos. Papá estaba empecinado en ir y mamá le suplicó que no fuera porque tenía un presentimiento muy feo. Ella se tiró al piso suplicando que no se fuera porque no quería quedar viuda con tantos hijos.  Y así fue. Papá no hubiera sobrevivido.”

 Casi todos los descendientes directos de las víctimas han fallecido. A propósito de un trabajo de investigación, intenté comunicarme con uno de ellos, de 96 años. Pero la pandemia del COVID alejó totalmente mis intenciones.. Al ser una ciudad pequeña, me han dicho y no sé si como excusa, se priorizó la protección de las identidades para evitar los conflictos entre las familias. Hoy día conviven nietos y bisnietos de las víctimas y los victimarios Con ese pretexto, aparentemente justificado, se ha enterrado esta historia.

Durante el pasado año consulté a una periodista del diario más importante de la provincia, El Territorio. Ella, Nazarena Torres, es cronista del ámbito rural local y provincial y orgullosamente menciono que fue mi alumna del secundario. Me comuniqué por whatsApp, pues su tesis de licenciada en Comunicación Social fue sobre el encubrimiento de este hecho.

Yo: "Buen día Nazarena. Te consulto porque estoy elaborando un escrito sobre la Masacre de Oberá y recordé que lo habías elegido como tema de tu tesis de licenciatura. ¿Por qué decidiste investigar sobre este tema?”

[0:47 p. m., 27/2/2023] Nazarena Torres: "La verdad es que siempre estuve muy enfocada a investigar y trabajar temas sobre la ruralidad misionera. Incluso en mis notas del diario apunto mucho a este sector. Cuando empecé a profundizar en la historia me encontré con este suceso que conocía poco y nada y fue eso lo que me llamó la atención. El hecho de haber tenido poca información sobre la masacre de Oberá durante mi etapa escolar, siendo yo justamente de Oberá.”

[0:47 p. m., 27/2/2023] Nazarena Torres: “Me pareció injusto que otros hechos similares se recuerden en el país y algo tan significativo para nosotros no sea ni siquiera enseñado en las escuelas y empecé mi investigación por allí. Para la tesis entrevisté a la autora del libro y es realmente increíble lo que tuvo que hacer para poder recrear lo que ocurrió. Se nos diluye entre los dedos la historia y no nos damos cuenta”.

Yo:"¿Qué te parece que ni siquiera la plaza lleva el nombre de Masacre de Oberá o haya alguna alusión a ella?”

[0:50 p. m., 27/2/2023] Nazarena Torres: “Empezando porque esa plaza debería conmemorar también con su nombre el hecho (opinión totalmente personal).  Hay diferentes plazas en Oberá que pudieran llamarse Malvinas y conmemorar a nuestros veteranos, pero solamente una, esa plaza en cuestión, es la que esconda los hechos atroces que se vivieron en esa época.”

 

Hacia el año 1994, en una de las paredes del edificio de la Seccional de Bomberos, se pintó un mural. Fue en el marco del segundo Encuentro de Muralistas del Nordeste Argentino, organizado por la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Misiones (UnaM). La pintura estaba sobre una pared lindante a la Terminal de ómnibus de la ciudad. Siempre muy transitada pero pocas veces percibida. La dejaron descolorarse, para finalmente y tras la excusa de renovar el espacio, la quitaron definitivamente.

Roberto Díaz, artista y docente fallecido, fue uno de los creadores del mural y hubo recordado :

“Cuando planteamos el tema en el encuentro nos dijeron que iba a ser difícil , que el terma era muy delicado y todas esas indirectas, las mismas personas mayores que organizaban el encuentro... se va a meter  en un tema difícil. Bueno, entonces eso fue el disparador para decir “hacemos esto”. En: Silvia A.Waskiewicz,2005, pág. 137)

Los reclamos por las explotaciones a los plantadores del agro, continúan. Al igual que en 1936 quienes más sufren son los pequeños colonos, dueños de pocas tierras de cultivo, quienes llevan sus productos a los dueños de secaderos o molinos. Las manifestaciones también, algunas de mayor resonancia que otras, como el tractorazo del 29 de mayo de 2001. Esta fue la primera movilización de tractores de Oberá. Siempre en reclamos por mejores pagos por el trabajo con la yerba mate. Esto dio origen al INYM ( Instituto Nacional de la Yerba Mate). Fueron 200 tractores que se instalaron frente a la casa de gobierno de Posadas, capital de la provincia.

La investigación de Silvia Andrea Waskievicz que devino en el libro La masacre de Oberá (2005), fue construida a partir de documentos, recortes de periódicos de la época, fuentes orales y testimonios, como ella lo afirma. El mutis impuesto no pudo continuar siendo silenciado. La mordaza empezó a desatarse a  partir del deseo de los descendientes por completar la historia, por conocer su identidad. Ha quedado en la  memoria eslava una canción cuya traducción sería: “...fuimos por  pan y nos dieron balas”. Esta es la historia de la plaza de mi ciudad.

Por Hilce Liliana Diaz 




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LA MASACRE DE OBERÁ, 1936.

La Masacre de Oberá, escrita por la historiadora misionera, licenciada Silvia Andrea Waskiewicz, describe los acontecimientos ocurridos en una manifestación de colonos y sus familias, el 15 de marzo del año 1936. El grupo de colonos se propuso marchar hacia el pueblo con la intención de protestar por el precio del tabaco, las restricciones de la Ley 12.236 y los abusos de almaceneros y acopiadores, pero fue reprimida por la policía local y un grupo de vecinos, en complicidad. El libro es el resultado de una larga investigación, considerada la más completa sobre la represión de colonos que protestaban sobre los precios de sus productos. En esta manifestación de descubre el velo sobre los vecinos implicados, el modus operandi de quienes pergeñaron tal masacre y las voces de quienes lo testimoniaron. Hombres y niños asesinados, mujeres violadas y viviendas saqueadas fue el resultado. La segunda edición del libro, publicada por la Editorial Universitaria de Misiones (2005), amplía la información basada en documentaciones con testimonios de sobrevivientes. De esta manera se enfrenta, como dice el Dr Fernando Jaume, con los “usos del olvido”, mecanismos de supresión de la memoria para inhibir que la sociedad tome conciencia de los hechos y sus causas. El libro está escrito de manera esclarecedora con minuciosidad y los avances de la narrativa se acompañan por la documentación investigativa.





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lunes, 19 de febrero de 2024

LAS BEGUINAS, INTELECTUALES DE LA EDAD MEDIA. ENTRE LA CARIDAD Y LA POESÍA INTIMISTA CONFESIONAL.

 

Entre los siglos XI y XII se desarrolla en varios países de Europa un movimiento de mujeres piadosas, unidas por la vocación de servicio y sin sujeción masculina laica ni religiosa. Algunas eran casadas, otras viudas o solteras quienes se negaban al destino seguro que oscilaba entre el matrimonio o la vida monacal.

“Se encargaron de la defensa de los desamparados y del cuidado de los enfermos, de los niños, de los ancianos, e incluso de los enfermos de lepra, lo cual cabe destacar por su estrecha relación con el tema que estamos dando. En muchos casos también se dedicaban a la enseñanza de niñas sin recursos, e incluso fueron responsables de numerosas ceremonias litúrgicas. Además, llevaban una vida dedicada a la oración y al trabajo manual, mayoritariamente con materiales textiles, gracias a los cuales podían financiarse. No tenían ningún tipo de apoyo económico, por lo que su acción es aún más destacada, pues se dedicaban a ello por voluntad propia”. (Alicia Rodriguez Fernández en: Cátedra Index)

Las beguinas fueron encasilladas en las construcciones hegemónicas del género femenino, por lo tanto, eran desprestigiadas por su naturaleza débil, sensible, irracional y fácilmente de ser seducidas y engañadas. Es decir, ser débiles espiritual y moralmente. Por otro lado, el hecho de vivir en comunidades, llamados beguinatos, con autonomía económica y sin supervisión masculina era muy perturbador para muchos hombres. La falta de reglas escritas, de votos permanentes, clausura y otros propios de los monasterios de mujeres, provocaba desconfianza en los clérigos y temor a la inmoralidad y la herejía. Esto último fue el principal objeto de persecución de estas comunidades por parte de la Inquisición quienes veían peligrosas sus actividades al considerarlas débiles morales e inferiores intelectualmente. Fueron ellos los principales detractores a pesar de que hubo frailes como Jacques Vitry y el franciscano Lamberto de Ratisbona quienes consideraban un verdadero “arte” la capacidad de expresar realidades espirituales, mejor que los hombres.

Eran mujeres muy preparadas intelectualmente que sabían leer y escribir, hablar en latín y uno de sus mayores logros fue el de escribir en lengua vernácula para que se pudiera acceder a sus escritos. Enseñaban a las niñas además de cuidar a los leprosos y enfermos. Incluso crearon hospitales y enfermerías. Hubo beguinas muy destacadas como escritoras místicas y librepensadoras. Son los casos respectivos de Hadewych de Amberes (1240) y Margarita Porete. Ésta última quemada en la hoguera, no tanto por sus escritos, sino por no retractarse de su libertad de pensamiento.



Pero, me interesa destacar sus aportes literarios. La mayoría de los escritos de las beguinas eran de temática mística, no sólo cultivaron el género ensayístico sino   lo que se llamó “poesía cortés espiritual” o “mística cortés”. Fue un género que tomaba tópicos propios de los trovadores al que aplicaban un lenguaje teológico para describir su relación con Dios. En el caso de la poesía de Hadewijch, de temas teológicos, describía los estados de iluminación interior al que le otorgaba un significado romántico, pasional y hasta erótico. Ella crea un lenguaje místico-cortés para escribir sobre su relación personal e íntima con Dios. Sus obras están divididas en visiones, cartas y poemas, estando las dos últimas dirigidas a sus pupilas.

Los dos mayores obstáculos con los que se encontraron las beguinas, como escritoras, fueron las de ser laicas y mujeres. Ellas alegaron el mandato de inspiración divina, avalada por sus confesores hombres, quienes sorprendidos de la experiencia mística, elevada y cristiana supieron apoyarlas. Esto rivalizó con el poder eclesiástico y patriarcal, al considerar la experiencia religiosa como una relación sin intermediarios, en la que ellas podían expresar con voz propia sin recurrir a la interpretación eclesiástica de los clérigos.


Victoria Cirlot y Blanca Garí, ambas investigadoras especializadas en la mística de la Edad Media desarrollan en las páginas de su libro, La mirada interior. Mística femenina en la Edad Media (2021), los pormenores religiosos y místicos en relación con las mujeres. Sostienen que la poesía confesional e intimista se origina, no sólo en España sino en Europa a través de las beguinas. Afirman que, tras ser aceptadas como tales en sus roles de mujeres piadosas, solidarias y caritativas, finalmente fueron obligadas a replegarse dentro de alguna orden para no ser perseguidas. Sin embargo, posteriormente debieron disolver sus beguinatos, renunciar a su condición de mujeres libres, o bien ser quemadas en la hoguera por defender su autonomía. El caso más sonado ha sido el de Margarita Porete, quemada en la hoguera junto con su obra El espejo de las almas, en el año 1310.

En Alemania apareció como cumbre de la mística del amor Matilde de Magdeburgo (1207-1282) con su obra La luz que fluye de la divinidad. Mal vista por la jerquía eclesiástica debió buscar refugio en el convento de Helfta. Entre las beguinas más ilustres están María de Oignies, Lutgarda de Tongeren, Juliana Lieja y Beatriz de Nazaret, autora de Los siete grados del amor. Se considera que las beguinas junto con los trovadores y Minnesänger, músicos y poetas independientes, fueron los fundadores de la lengua literaria flamenca, francesa y alemana.


Dice el investigador José Luis Camacho Gaza (2009) en Estudio sobre la poesía mística (II):

Hacia mediados del siglo XII se dio en Alemania y los Países Bajos el movimiento místico más importante antes del Siglo de Oro Español. A este movimiento se le conoce como la Mística Renana. Tuvo dos facetas, una femenina y otra masculina. La parte femenina se caracteriza por un elemento afectivo distinto, más acentuado que el masculino. Además, una sensibilidad concreta, amplitud visionaria y una abundancia de símbolos recorre esta lírica que tuvo sus mejores exponentes a religiosas de conventos cisterciences. Matilde de Magdeburgo y Hadewijh de Ambres fueron dos poetisas de altas cuotas místicas. Pero el lugar de honor le pertenece a Hildegarda Von Bingen (1098-1179), conocida como “La Sibila del Rin”. Perteneciente a una familia aristocrática de Baviera, Hildegarda fue dada como oblata (así se llamaba a las niñas que eran entregadas a los conventos para su educación) al monasterio de Bingen. Con una inteligencia precoz y gran aptitud para todas las ramas el conocimiento, Hildegarda escaló todos los cargos conventuales hasta convertirse en abadesa. Con un estilo enérgico y constante, comenzó una obra titánica que se distinguió por su carácter multidisciplinar. Teología, Filosofía, Medicina, Anatomía, Política, Botánica y otros tópicos ocuparon su pensamiento. También sostuvo correspondencia con los grandes personajes de su tiempo: San Bernardo, los Papas, el Emperador y muchos prelados de importancia consideraron a Hildegarda como una valiosa consejera. Su obra poética estuvo enmarcada en la actividad coral de su monasterio.

Los autores consultados coinciden en que la característica en común, entre la poesía mística y la confesional, es la experiencia con el Absoluto por encima de los contenidos doctrinales inspirados en la Santa Escritura y la vida de santos.

Ante el interrogante de si los hombres leen a mujeres escritoras, sorprenden todavía algunos prejuicios, sobre todo cuando se trata de poesía. Pues se las cataloga de muy sentimentales, intimistas y autorreferenciales. Es aquí cuando me remito a Claudia Masin (2023) al afirmar que la escritura poética no es la escritura de la víctima sino del sobreviviente. O como ella misma lo aclara, la escritura permite que la víctima se construya así misma como sobreviviente, en ese encuentro … deslumbrante entre lo dañado y lo deseante que se produce cuando escribimos y nos arrancamos los grilletes con los dientes como un animal salvaje que ha caído en una trampa y prefiere perder una pata a quedarse atrapado hasta la muerte. (pag 63)

En cuanto a la experiencia atravesada por la palabra, aquel lugar que no tiene dueño ni género y en el que todos nos encontramos, dice Cati Castaño, (…) La poesía es un territorio sin escrúpulos ni censura donde reina cierta libertad y al que no hay que pedir justificaciones. Territorio que se vuelve tentador ante el impulso de hacer más rica y libre nuestra experiencia y nuestras expresiones. Territorio que se convierte en lugar deseado. Y frente al deseo, hay que dejarse ir.” (pag62)

El arrastre subjetivo del poema, que no tiene que ver con el uso de la primera o tercera persona gramatical ni está reñido con su búsqueda de objetividad, es lo que permite que un lector marque su elección por uno u otro autor o texto. Será ese arrastre subjetivo en complicidad con la lectura que produce esa empatía, ese encuentro personal de quien lee y lo recibe como deslumbramiento, como experiencia a ser compartida.


Bibliografía:







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miércoles, 3 de enero de 2024

RESUMEN 2023 TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA: "LEO, LUEGO EXISTO."📚✒️

🍀 Culminamos con las actividades anuales de lo que fue el tercer año del Taller de Lectura y Escritura "Leo, luego Existo" y queremos resumirlo con ustedes 🤗✨

🍀 Es una inmensa alegría para todas nosotras el poder compartir momentos de lecturas, conversaciones, experiencias y camaraderías.

🍀 Leímos a varias autoras este 2023, por mencionar algunas: nuestra estimada María Teresa Andruetto; Clarice Lispector; Carmen Pombero; Lorena Pronsky; Belén López Peiró, Rebecca Solnit; Maureen Murdock, entre tantas otras.

🍀 A partir de este año sumamos a nuestro espacio este anexo virtual donde no solo compartimos con ustedes parte de lo que vamos haciendo durante el año en los encuentros presenciales, sino también, publicaciones de distintos autores (autoras en su gran mayoría), acompañadas de las más bellas ilustraciones seleccionadas con mucho cariño para llegar a cada uno y a cada una y así poder transmitir algún mensaje o reflexión a través de las artes, en su vida diaria.

🍀 Además, hemos debatido sobre la Violencia de Género en el primer trayecto del año junto a la Ley Micaela acompañado por un recorrido de investigación que arrancó desde el análisis de la mitología hasta el caso de violación de B. L. Peiró, quien supo plasmar en su novela “Por qué volvías cada verano” 

🍀 Hemos escrito poesías y reseñas, bosquejado novelas, celebrado graduaciones y bendecido nacimientos ❤️✨.

🍀 Siempre el motivo son los libros, que nos llevan al autoconocimiento, a descubrirnos a nosotras mismas en las palabras de grandes autores, que nos dejan sensaciones impresionantes, visiones del aquí y del ahora, modos de reconocer nuestra propia realidad. 

🍀 Y nos encanta, porque la literatura nos explica, nos ayuda a aceptarnos y enfrentar nuestros miedos, a dejar las angustias y cobrar nueva vida. 

🍀 Y todo ¿para qué? Pues para seguir viviendo y agradeciendo cada día de nuestra existencia, tendiendo las manos, unas a otras como sabemos hacerlo las mujeres, para escucharnos y contenernos. 

🍀 Por eso y mucho más compartimos nuestra alegría con todas las personas que nos siguen... 💫

🍀 De parte del equipo LEO, LUEGO EXISTO les deseamos un !Feliz Fin de Año y un Bendecido 2024, vamos junt@s por más! ❤️📚✒️📖✨💫


martes, 24 de octubre de 2023

RESEÑA DOCUFICCIÓN: "BASILICIA"

¡Finalmente llegó el día de la esperada proyección de “BASILICIA”! 📽🎬✨

Con una capacidad de sala colmada por espectadores y espectadoras pudimos asistir el día Miércoles 11 de octubre (2023), al pre estreno de la docuficción codirigida por Gustavo Adolfo Carbonell Gustavo Adolfo Carbonell  y Gastón Gularte.

Las miembros del Taller de Lectura y Escritura “Leo, luego Existo” coordinado por la Licenciada y Magister en Escritura Creativa Hilce Liliana Díaz, estuvimos al corriente sobre el proyecto de la obra. Sabíamos lo que significaba el esfuerzo y la dedicación de un gran número de personas que venían trabajando con la historia de “Basilicia Sawiki”, para concretar el Documental de Ficción basado en los trágicos acontecimientos ocurridos en marzo de 1936, conocidos como “La Masacre de Oberá”. (Ciudad de Oberá Misiones Argentina)

El hilo conductor del documental de ficción es una joven de 14 años. Y, en el paso de los acontecimientos de la historia se mezclan los reclamos de los inmigrantes, de los trabajadores de las chacras, los cambios de gobierno con sus políticas sociales, la figura represiva de los responsables de la Masacre, que no recibieron una condena ejemplar, entre otros.

Uno de los temas principales del documental fue sin duda el de las familias de inmigrantes que trabajaban en las chacras quienes reclamaban el precio justo de productos como ser la yerba mate, el tabaco; el esfuerzo inhumano, que no es recompensado, ese que no te permite progresar porque los que deben imprimir políticas justas, no lo hacen.

Otro de los temas fue la gran incógnita de ¿cómo progresar si todo el tiempo te excluyen, te enferman, o te matan?. Y entonces aparecen los reclamos, quienes te dicen “algo tenemos que hacer”; aparecen las organizaciones de los sindicatos, de las asociaciones, como es el caso del MAM (Movimiento Agrario Misionero) o el de las Ferias Francas (año 1995), grupos de personas que persiguen el bienestar para muchos. Y quienes también sufrieron las consecuencias de la dictadura, como fue el caso de los dirigentes del MAM, como bien muestra el documental.

En todos esos momentos está registrada la figura de la mujer.

La mujer como madre de familia, como colaboradora del hombre “que hace el rosado”, como miembro de una asociación o de un gremio.

Aquella que sufre, por su esposo, por sus hijos.

La mujer que es una víctima de represión y violaciones, como la niña Basilicia, injustamente asesinada, junto con otras personas.

La mujer que trae al mundo niños “deformados” por el uso de los venenos para el tabaco.

La mujer como luchadora, como cabeza de familia, como alma de las Ferias Francas, en donde se necesitaba salir al pueblo para vender lo que en las chacras se producía.

La que se animó, trajo el dinero y pudo mandar a estudiar a los hijos.

La mujer como voz de los reclamos, al lado de los hombres, manejando sus tractores para visibilizar el atraso de los elementos con los que contaba un agricultor, (2001 – 2002) también, para mostrar en las ciudades lo que es un pequeño o mediano productor.

Todas las mujeres estamos contenidas en Basilicia, que no solo es el hilo conductor de la docuficción, sino que nos representa a quienes queremos visibilizar cuáles son las cosas que nos faltan para vivir en una sociedad más equitativa, más justa, más solidaria, menos olvidadiza de los roles femeninos. Que además, y esto es extremadamente importante, no quiere o desea tapar al varón, -nosotras no queremos ningunear a nuestros compañeros-.

Fue nuestra propia sociedad la que no se interesó por los hechos de 1936, tuvimos que esperar a que los escritores y escritoras saquen a la luz la tragedia de la Masacre, fuimos las docentes –en muchos casos– las que empezamos a divulgar el libro de la escritora Silvia Waskiewicz entre nuestros estudiantes. O a escuchar las explicaciones de nuestras y nuestros historiadores, a mostrar también los trabajos de los artistas plásticos.

Tuvimos que apropiarnos de la historia para luego contar y mostrar, una y otra vez, para construir la Memoria.

Por ese motivo es que nos sentimos muy contentas con la proyección del documental y con muchas ganas de seguir conversando sobre todos los temas que se reflejan en él.

Pasamos de conocer los sucesos, a tener amigos y conocidos que dieron su testimonio, como también el hecho de ocupar espacios como el de la Murga del Monte, en donde llevamos a cabo nuestros encuentros para la promoción y difusión de la lectura. Y es en ese espacio, donde también escribimos.

Nos interesan estas historias de mujeres, nuestras madres, abuelas, hermanas, tías, hijas.

Leemos, nos escuchamos, escribimos, nos respetamos. Y a tres años de la existencia de nuestro taller, estamos abiertas a nuevos proyectos, como así también a la incorporación de otras mujeres que quieran sumarse a participar de él.

Para concluir, ojalá podamos encontrar en nuestra propia historia como personas, como grupo o comunidad, la llave que nos permita construir un lugar donde nos guste vivir.

¡Felices 20 años Oberá en Cortos!

Felicitaciones a todo el equipo que permitió e hizo posible el gran estreno 📽🎬✨👏

Marisa Hassan
Carlos Eves Pedroso

Detrás del Sol Producciones

Lucero Audiovisual Consorcio de Cooperación

Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales

Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones

Murga del Monte

📽️“BASILICIA” CUANDO LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS QUE LUCHAN ...

¡Muchas Gracias!

Prof. Adriana Peñalva Santander, miembro del Taller y Espacio de Lectura y Escritura “Leo, luego Existo”

Créditos de la Imagen: Gustavo Adolfo Carbonell 


 

lunes, 23 de octubre de 2023

 

CICLO DE LECTURAS: TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA "LEO, LUEGO EXISTO"

Cuando se llega al extremo de no poder vivir consigo misma porque la lucha contra la ansiedad, el miedo, la fobia, el nerviosismo, la impotencia, la confusión y otras emociones logran controlar nuestras vidas, es el momento de contactar con nuestro “ahora.” Tomar conciencia de que podemos pausar nuestros pensamientos, detenernos y tomar contacto con nuestro ser interior para verificar nuestro estado. Identificar y poner palabras a las sensaciones que invaden nuestro cuerpo y nos impiden avanzar, es un logro deseado.  

Cuántas veces hemos pensado, tras agotarnos ante tanta intensidad ¿qué haríamos si no tuviéramos miedo? ¿Cómo lo enfrentaríamos? Somos conscientes de que la terapia con especialistas es una alternativa, igualmente la medicación, en casos particulares. Pero como no somos especialistas en el área de la sicología y sí de la escritura, la aplicamos como herramienta de reflexión personal, de desbloqueo emocional, de exteriorización de experiencias. La escritura nos permite habilitar un paisaje emocional evocado a través del recuerdo, del dolor, de la frustración que pulsa por salir. Escribir, leer y compartirlo nos coloca en otro lugar para revisar lo vivido y tener la claridad suficiente para evaluarlo, para sopesarlo y aliviar nuestra carga.

Lo hemos puesto en práctica tras la lectura de algunos capítulos de autores que nos hablan del miedo y sus efectos sobre nuestro sistema inmunológico, nuestro cuerpo, nuestra mente. Hemos escrito cartas individuales al darle entidad a aquello que nos paraliza, que nos detiene y nos procrastina.

Como dice Daniel Habib “El miedo es un protector que para evitar que caigas te impide aprender a caminar. Levántate, que un buen raspón vale la pena cuando lo comparas con el placer de avanzar sobre tus pasos.”

- Lic. y Magíster en Escritura Creativa Hilce Liliana Díaz 

Misiones, Argentina


- Coordinadora del Taller Presencial Lectura y Escritura "Leo, luego Existo" 

- Coordinadora del Espacio de Lectura y Escritura "Leo, luego Existo"

- Coordinadora del Espacio Leo, luego Existo 




martes, 22 de agosto de 2023

EFEMERIDES: 22 DE AGOSTO

👉 1893

Nace la escritora Dorothy Parker.


👉1902

Nace la cineasta Leni Riefenstald (1902-2003). Su vinculación al régimen nazi hicieron de Leni un personaje controvertido, admirado y odiado.


👉1947

Nace Rosa Pereda, licenciada en Letras y en Periodismo. Profesora de literatura y colaboradora en diversas revistas y diarios, es autora, entre otros libros, de Orgullo y pasión, en conversación con Eduardo Arroyo y de dos vólumenes dedicados a Guillermo Cabrera Infante. En su libro, Contra Franco 1968-1978, hace un retrato de una generación, la suya, en un momento concreto del tardo franquismo.




Lic y Magister Hilce Liliana Diaz.
Coordinadora del espacio de Lectura y Escritura: "Leo, luego existo."